Gracias a un gran esfuerzo de recopilación por diferentes estudios cinematográficos Lukas Kendall, editor de la revista Film Score Monthly y productor de la firma musical del mismo nombre, que lleva desde 1998 luchando por resucitar bandas sonoras de importancia histórica, ha conseguido uno de sus mayores logros con esta excepcional reedición.
Presentada en 2 discos de aproximadamente una hora de duración cada uno, podemos escuchar en el primero de ellos la versión completa del score ordenada según la cronología del filme (con 12 cortes inéditos y 2 ampliados), y en el segundo los 14 temas de la edición de 1975 de Arista en su orden original más 11 adicionales con la música diegética utilizada en la película, que contó con los arreglos de Alexander Courage (compositor y orquestador, colaborador habitual de grandes como John Williams o el propio Goldsmith).
Si al principio puede resultar difícil apreciar el magistral trabajo del compositor californiano por lo complejo y a veces asíncrono de sus cortes, con el tiempo el oído se rinde a esta espectacular partitura llena de ritmos tribales conseguidos a través de una rica orquestación de exóticos instrumentos de viento (flautas, oboes, cuernos y fagots entre ellos), mandolinas, violines y diversos tambores y timbres combinados de tal forma que, tocados aparentemente sin orden ni concierto, conforman juntos un sonido poderoso y épico.
La banda sonora gira entorno a dos temas principales dedicados a El Raisuli y al Presidente Roosevelt, más presente y enérgico el primero de ellos, más sereno y austero el segundo, reflejando fielmente las diferencias entre estos dos magníficos personajes que, con un incidente verídico de poco calado histórico como trasfondo, cobraron vida en la mente de John Milius como dos contrincantes de inigualable bravura y honor.
Un excelente tema de amor, recurrente en las escenas entre El Raisuli (soberbiamente interpretado por Sean Connery en el año de la mítica
El hombre que pudo reinar) y Eden Pedecaris (Candice Bergen) se deja caer a lo largo de la partitura, dando paso a los cortes más sinfónicos y convencionales del filme.
A un año de ganar el Oscar por
La Profecía, Goldsmith conseguía con este trabajo su octava nominación a los premios de La Academia.
Aunque al lado de los doce temas ineditos resulta casi anecdótica la recopilación de sonidos ambientales para el largometraje que grabó Courage, hacen de esta edición una pieza aún más selecta y difícil de igualar.
Salvando los problemas de derechos sobre el score y llevando a cabo una ejemplar colaboración entre Kendall y Douglass Fake (presidente de Intrada), el excelente trabajo de restauración por parte de la Warner Brothers del material original que grabó en su día Goldsmith con la Graunke Symphony Orchestra, nos brinda la emoción de escuchar en toda su dimensión una de las joyas del cine de aventuras que, con el sello del añorado Milius y la batuta del maestro de entre maestros Jerry Goldsmith en su (probablemente) mejor trabajo, se ha convertido en una pieza
imprescindible en el estante de todo coleccionista de bandas sonoras.
J.J.L.S.